julio 1, 2025
Josué era el sumo sacerdote; por lo tanto, representaba al pueblo. Podemos verlo como nuestro representante. Josué, como acusado, debía declararse culpable. Satanás tenía un buen caso en su contra, de eso no hay duda. La Escritura no dice que quizá estaba vestido con ropas sucias, o que solo parecían estar sucias. Estaba vestido con ropas viles. Eso representa a todos los que no estamos revestidos con la justicia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Josué no tiene defensa; evidentemente es culpable. Eso es lo que la Biblia dice de todos nosotros. Romanos 3:19 dice: «Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios». Lo primero que debemos hacer sobre nuestro pecado es admitir que somos culpables. Sin este paso, no puede haber perdón ni sanidad.
• Irónicamente, la libertad de la culpa se encuentra al admitir nuestra culpa delante de Dios. ¿En qué área necesita admitir culpa ante Dios hoy?
• ¿Hay algún amigo ante quien deba confesar su pecado para experimentar sanidad?
Busque a un amigo de confianza para hablar con él y confesar su pecado a fin de obtener libertad y sanidad.
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