Jesús satisface nuestro anhelo más profundo

«No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo».
Éxodo 20:17

PIENSE EN ESTO:

Un día, estaba dando mi testimonio a un caballero y le pedí que entregara su corazón a Cristo. Él me dijo: «Estoy bien así; tengo un ingreso estable, una buena esposa, mi casa y mi coche están pagados por completo. Estoy bien; realmente no necesito eso de lo que está hablando». Lo miré a los ojos y le pregunté: «Caballero, ¿podría responderme con total sinceridad? ¿Tiene paz en su corazón?». Vi sus ojos llenarse de lágrimas y me dijo: «¡No! No tengo paz, ¿cómo lo supo?». Le respondí: «Porque la Biblia dice: "No hay paz (…) para los impíos"» (Isaías 57:21). ¡Si no tenemos paz, entonces somos pobres! No importa qué más tengamos. Si tenemos la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, si tenemos una esperanza firme y segura, entonces somos abundantemente rico.

¿Cuál es el secreto de la satisfacción? Confíe en el Señor; conózcalo. Una persona codiciosa es una persona que no ha puesto sus ojos en el Señor. Solo Dios puede satisfacer el anhelo más profundo de nuestro corazón. Dios nos ha diseñado de tal manera que este mundo no pueda satisfacer el vacío en nuestro corazón.

  • ¿De qué manera su relación con Dios le ha dado paz?
  • ¿Qué persona en su círculo no vive en paz con Dios?

PUNTO DE ACCIÓN:

Ore por aquellos que sabe que no tienen paz con Dios.

© Profundice al escuchar: EL SECRETO DE LA SATISFACCIÓN - Ex. 20:17 (Q1864) 

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