julio 4, 2025
¿Por qué desea un avivamiento? ¿Lo desea por su propio bien? ¿Por el bien de su familia? ¿Por su denominación? ¿Por su iglesia? ¿Por su nación? ¿O lo desea por el bien de Dios? ¿Nuestra oración es la que Jesús nos enseñó a orar: «Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad como en el cielo...»?
No es que a Dios no le importen nuestras necesidades personales. Podemos orar por el pan de cada día. Podemos orar por nuestras ofensas. Pero primero debemos orar por la gloria de Dios. Cuando comenzamos a orar por la gloria de Dios, Dios se manifiesta. Pero Él ha dicho claramente que no compartirá su gloria con nadie (ver Isaías 42:8).
• ¿Qué viene a su mente cuando escucha la palabra “avivamiento”?
• Cuando ora, ¿busca más a menudo la gloria de Dios o algo para usted mismo?
Haga una lista de motivos de oración que sean para la gloria de Dios. Use esta lista cada mañana para volver a centrar su enfoque en Él.
© Profundice al ver: CUANDO DECIMOS «PADRE» - Mt. 6:9-13 (Q1684)
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