Conocido por su capacidad única de simplificar la verdad profunda para que ésta pueda aplicarse a la vida diaria, el Dr. Adrián Rogers fue uno de los predicadores más efectivos, respetado maestro bíblico y líder cristiano de nuestro tiempo.

Por más de cincuenta años, con su celo evangelístico y su compromiso inquebrantable con la Palabra de Dios, presentó consistentemente las Buenas Nuevas de Jesucristo con fuerte convicción, compasión e integridad.

El pastor Adrián Rogers fue un devoto hombre de familia: esposo de Joyce ―la novia de su adolescencia―, padre de cuatro hijos, abuelo de nueve nietos y bisabuelo.

De todos sus logros, el Dr. Rogers solía decir que su mayor gozo se centraba en su relación con Jesucristo, su esposa y su familia, y la iglesia que pastoreaba. Recibió muchos honores y premios, pero el trofeo que más atesoraba era el que le entregaron a sus hijos un Día del Padre, en el que fue proclamado «El Mejor Padre del Mundo».

Bajo su liderazgo pastoral, la Iglesia Bautista Bellevue en Memphis, Tennessee, creció de 9.000 miembros en 1972 a más de 29.000 cuando se jubiló en el 2005.

Asimismo, el Dr. Adrián Rogers fue un líder en su denominación, sirvió tres veces como presidente de la Convención Bautista del Sur.

La bendición de Dios sobre el ministerio del pastor Adrián Rogers se hizo aún más evidente con el nacimiento del Ministerio «Love Worth Finding» en 1987, del que es el fundador y maestro de la Biblia.

El sol nunca se pone sobre este ministerio internacional de medios de comunicación que está disponible mundialmente por radio, televisión e Internet. En el 2003, el Dr. Rogers tuvo el honor de ser incluido en el prestigioso Salón de la Fama de la Asociación Nacional de Comunicadores Cristianos (National Religious Broadcasters).

El Dr. Rogers participó activamente en el liderazgo estadounidense y asesoró personalmente a presidentes de los Estados Unidos.

Y más allá de su influencia estadounidense, él predicó la verdad de Dios internacionalmente en Taiwán, Corea del Sur, Israel, Rusia, Rumania, Centro y Sur América.

A pesar de que el Señor le llamó a su hogar celestial en el 2005, la verdad bíblica clara y perdurable presentada en sus mensajes continúa llegando a más de 150 países alrededor del mundo y transformando vidas diariamente.