El matrimonio debe ser un dúo, no un duelo; cantamos la misma canción, pero nos tocan diferentes partes. En la música del matrimonio, el hombre lleva la melodía principal y la mujer toma la armonía; sin embargo, con el tiempo, nuestros matrimonios pueden desafinarse.
Efesios 5:22-33 revela cómo revitalizar un matrimonio cansado. «Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador» (Efesios 5:23).
Como cabeza del hogar, los esposos deben dar a sus esposas lo que Jesús da a la Iglesia; deben asumir la responsabilidad y el liderazgo amoroso. «Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra» (Efesios 5:25-26).
Los esposos tienen la responsabilidad de amar apasionada y sacrificialmente; se les instruye a poner a sus esposas en primer lugar y amarlas de una manera que las haga mejores cristianas.
Los esposos deben proteger a sus esposas emocional y físicamente. Un esposo también es responsable de proveer para su esposa para que ella se sienta segura, debe nutrirla y cuidarla.
Él debe permanecer leal a ella; su matrimonio debería ser su prioridad, porque recuerda la permanencia y el propósito de este.
Adrián Rogers dice: «no es tu amor lo que sostiene tu matrimonio, es tu matrimonio lo que sostiene tu amor».
Este pasaje también identifica la relación de una esposa con su esposo: «Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor» (Efesios 5:22). Cuando se instruye a las esposas a someterse a sus maridos, significa que deben mirarlos, no como sirvientas, sino como sujetas a su liderazgo. Las esposas no son inferiores a los esposos; su deber de someterse es un reflejo de cómo la Iglesia se somete a Jesucristo.
Una esposa debe apoyar a su esposo, sabiendo que no es su competencia, sino su complemento. Ella debe compartir con él emocional, física y financieramente.
Cuando elegimos asumir los roles que Dios nos ha dado en nuestros matrimonios, experimentaremos una gloriosa libertad y la música volverá.
Aplíquelo a su vida
¿Es hora de revitalizar un matrimonio desgastado? Esposos, den a su esposa su amor, liderazgo y lealtad. Esposas, den a sus esposos su sumisión y apoyo. Comparta su vida con él. Ore para que usted y su cónyuge asuman las responsabilidades que Dios les ha dado y lo honren.