Como cristianos, podemos resbalar y caer en el pecado al igual que cualquier otra persona. ¿Qué sucede con nuestra comunión con Dios cuando pecamos?
1 Juan 1:5-7 dice:
«Este es el mensaje que hemos oído de Él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en Él. Si decimos que tenemos comunión con Él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como Él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado».
La fórmula para la comunión es una vida limpia. A menudo preferimos ver nuestros pecados como errores que deben corregirse. En realidad, somos pecadores que necesitan perdón. Adrián Rogers dice:
«El problema de la sociedad actual es que todos sentimos culpabilidad sin tener conciencia de pecado».
Si realmente somos salvos, nuestro pecado ya no puede condenarnos; pero puede interrumpir la comunión con Dios. Nuestra «filiación» es eterna, pero nuestra comunión depende de si obedecemos o no las instrucciones de nuestro Padre.
Si queremos mantenernos en comunión con Dios, primero debemos exponer nuestros pecados a la luz.
Ocultar los pecados es muy peligroso. Si queremos saber si tenemos algún pecado no confesado en el corazón, tenemos que echar luz sobre nuestras imperfecciones. Debemos ser valientes para pedirle al Espíritu Santo que nos convenza de manera legítima, específica y redentora.
En segundo lugar, debemos confesar nuestro pecado al Señor.
La confesión de pecados no es solo una admisión, es un acuerdo con Dios al respecto. Confesar ese pecado implica nombrarlo y condenarlo, estar de acuerdo con Dios de manera inmediata, específica y segura.
1 Juan 1:9 dice:
«Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad».
Dado que Jesucristo murió por nuestros pecados, Dios es fiel y justo para perdonarnos. Con la confesión, podemos ser completamente limpios de toda injusticia y nuestra comunión con Dios puede ser restaurada.
Aplíquelo a su vida.
¿Tiene algún pecado no confesado en su vida? Llévelo a la luz y confiéselo al Señor.