How to Turn Temptations into Triumphs
ES_1732 Cómo convertir las tentaciones en triunfos - 1 Corintios 10:12-14 (LBLA)
Como cristianos, tenemos el poder, no solo de superar las tentaciones, sino también de usarlas como un medio para crecer en la fe. 1 Corintios 10 nos enseña cómo convertir las tentaciones en triunfos.
«Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar» (1 Corintios 10:12-13).
Ser salvo no nos hace inmunes a la tentación; todos somos susceptibles a ella.
Tres fuentes comunes de tentación:
- El mundo
En este contexto, “mundo” significa sistema u orden. Este mundo caído está sumido en el mal y no debemos caer en sus trampas. Las guerras mundiales contra el alma afectan la mente, las emociones, la voluntad, el ego y la psique. No podemos permitir que el mundo nos moldee, nos guíe o nos controle.
- La carne
La carne es la "vieja naturaleza", la persona que el cristiano solía ser. Es la propensión para hacer el mal.
Adrián Rogers afirma: «El pecado es una obra interna que proviene de la carne». La carne está en guerra contra el cuerpo, y nos tienta en las áreas del apetito, la lujuria, la pereza y la violencia.
- El diablo
El diablo está en guerra contra el espíritu: conocemos a Dios a través del espíritu. Nuestros espíritus son nuestros vehículos de comunicación, adoración y conocimiento espiritual. El diablo quiere cortar esa fuente de vida.
Tres formas clave de vencer la tentación:
- Contra el mundo: FE
A través de la fe, Dios es una realidad vívida y radiante que eclipsa la tentación de encajar en el molde del mundo.
- Contra la carne: HUIR
Debemos evitar situaciones que nos tienten a pecar en la carne.
- Contra el diablo: LUCHAR
El diablo no nos dejará en paz hasta que empecemos a resistirlo. Debemos usar la Palabra de Dios contra él para luchar.
Satanás no desea que comprendamos el poder que tenemos para vencer la tentación. Debemos ser fuertes en el Señor. Debemos resistir al diablo para que huya de nosotros.
Aplíquelo a su vida.
Si siente tentación, recuerde: no esté a la defensiva, puede estar a la ofensiva. Huya de la fornicación, aliméntese de Jesús para evitar la mundanalidad y resista al diablo.