La vida cristiana es una bendición; sin embargo, si no entendemos el ministerio del Espíritu Santo, puede sentirse más como una carga. El secreto para una vida cristiana bendecida es estar lleno del Espíritu Santo. Es importante saber cómo tener una vida llena del Espíritu.
Efesios 5:18 dice:
«No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu...».
Llevar una vida llena del Espíritu es:
Por nuestra cuenta no tenemos la fuerza para hacer lo que la Biblia nos ordena. La única manera de adorar verdaderamente a Dios es estar lleno del Espíritu Santo.
Nuestros matrimonios, relaciones laborales y familiares dependen de ello. Servimos como es debido cuando, en primer lugar, nos sometemos al Espíritu Santo.
Esta es también la forma en que tenemos victoria en la guerra espiritual diaria. Nos enfrentamos a las fuerzas demoníacas bien organizadas del infierno, y nuestra única esperanza para dar testimonio a los demás es vivir llenos del Espíritu.
Efesios 5:15-16 dice:
«Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos».
Adrián Rogers afirma:
«Nunca ha habido un día mejor, una época mejor, una oportunidad mejor para predicar el evangelio de Jesús que ahora mismo».
¿Cuáles son los requisitos para ser lleno del Espíritu Santo?
1. Un compromiso total con Cristo.
Debemos cederle el control continuamente, proclamando con conciencia nuestra dependencia de Él. Cuando lo hacemos:
a. Recibimos un espíritu de adoración a Dios.
b. Desarrollamos un amor apasionado por Jesucristo.
c. Nos llenamos de gratitud por nuestras circunstancias.
Efesios 5:20 afirma que debemos estar:
«Dando siempre gracias por todo...»
2. Un espíritu de conciliación con los demás.
Aprendemos a someternos y a servir a otros con humildad cada día, en cada lugar.
Aplíquelo a su vida.
Adrián Rogers declara:
«Necesitamos una generación de personas llenas del Espíritu».
Conforme la noche avanza, los santos cobran más brillo y el hambre se intensifica.
Hay personas que buscan, esperan y se preguntan:
¿Hay una respuesta?
La respuesta está en Cristo.