Nuestro propósito es conocer a Dios íntimamente y disfrutar de Él personalmente; no necesitamos nada más y no debemos conformarnos con nada menos. Debemos aprender a disfrutar de la presencia de Dios, y aún más importante, cómo permanecer en ella.
En Éxodo 33, Moisés había intercedido por la nación de Israel. En respuesta, Dios promete su protección y provisión, pero no su presencia; Él no estaría con ellos.
Adrián Rogers dice: «es aterrador tener éxito, posesiones y protección, pero no la presencia del Señor».
Hay varias razones por las cuales Dios retiró su presencia de su pueblo.
Desobediencia directa
El Espíritu Santo nos da la seguridad de nuestra salvación. Cuando desobedecemos a Dios consciente y voluntariamente, entristecemos al Espíritu Santo y lo apagamos (vea 1 Tesalonicenses 5:19). Si estamos experimentando un distanciamiento de la presencia de Dios, primero debemos asegurarnos de que no haya pecado no confesado en nuestras vidas.
Devoción dividida
El pueblo de Israel rechazó un mandato directo de Dios y, como resultado, su devoción se dividió. Algunos de ellos cometieron el pecado de idolatría.
Debemos recordar: cualquier cosa que amemos, temamos, sirvamos o en la que confiemos más que en Dios, es un ídolo. Dios exige preeminencia y no aceptará nada menos. Al examinar nuestros corazones, deberíamos ver si alguien o algo ha tomado precedencia sobre Dios.
Dependencia desviada
Moisés también detectó la dependencia desviada del pueblo; habían puesto toda su confianza y dependencia en la obra de sus manos. Esto traicionó a Aquel que los había llevado a través del Mar Rojo, los había provisto y protegido.
Cuando comenzamos a depender de nuestra propia creatividad, agudeza e inteligencia, dejamos de darle la gloria a Dios y, en última instancia, nos fallamos a nosotros mismos.
Resistencia con determinación
Finalmente, Israel mantuvo su resistencia con determinación.
«Pero Yo no subiré en medio de ti, porque eres pueblo de dura cerviz, no sea que te consuma en el camino» (Éxodo 33:3).
Ser de dura cerviz es lo opuesto a ser manso y flexible; Dios estaba insinuando que Israel ya no estaba dispuesto a ser guiado ni enseñado. Debemos recordar que cuando Dios nos da una revelación específica, debemos obedecerle.
Aplíquelo a su vida
¿Es Dios real para usted? Examine su corazón hoy: ¿hay alguna desobediencia directa, devoción dividida, dependencia desviada o resistencia con determinación?