junio 12, 2025
A menudo, cuando estamos en medio de una tormenta, ponemos nuestra mirada en las olas y no en el Señor. La diferencia entre cuánto fija usted sus ojos en la tormenta y cuánto los fija en Dios se llama estrés. Jesús dice: «No temas. Estoy aquí, soy Yo. He venido para ayudarte en medio de esta tormenta».
Usted tiene la promesa de Dios. ¿Cuál es la promesa? Él ha dicho: «No te desampararé, ni te dejaré» (Hebreos 13:5). Providencia significa que Su propósito me trajo hasta este momento. Intercesión significa que Sus oraciones me protegen en este momento. Seguridad significa que Su presencia viene a mí en este momento. Si Su presencia está aquí conmigo, yo debo reconocer que Él está aquí. Al principio, los discípulos no lo reconocieron y por eso seguían teniendo miedo.
En Florida, donde crecí, había muchos huracanes que azotaban la ciudad de West Palm Beach. Cuando era niño, aprendí que, en el centro del mayor huracán, de la peor tormenta, hay un punto de calma: el ojo de la tormenta. Cuando la tormenta pasa, justo en el ojo de la tormenta, todo es tan tranquilo como un estanque en una tarde de verano. En la tormenta que usted está atravesando, hay un punto de calma: es el corazón de Dios, ahí en medio de la tormenta.
Anime a un amigo que esté atravesando una tormenta en su vida.
© Profundice al escuchar: PAZ EN MEDIO DE SU TORMENTA - Gá. 5:22 (Q1435) https://youtu.be/4eHmP829dqA
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