mayo 8, 2025
Dar ánimo de forma sabia es mejor que elogiar de forma excesiva. Los niños necesitan palabras de ánimo.
Una vez, sembré flores. Eran hermosas, pero luego de un tiempo empezaron a marchitarse. Así que fui por la manguera y las regué. Cuando desperté al día siguiente, estaban hermosas otra vez. Los niños necesitan palabras de ánimo, así como las plantas necesitan agua; lo necesitan frecuentemente. Debemos estar presentes cuando hacen algo bien porque mediante nuestras palabras de aliento, les comunicamos que creemos en ellos. Usted debe darles afirmación a través de sus palabras.
¿Cuál es la diferencia entre dar ánimo y elogiar? Cuando recibe un elogio, el niño dice: «Recibo aprobación cuando hago algo bien. Si hago algo bien, recibiré aprobación. Cuando mi desempeño es bueno, el grado de aprobación sube. Cuando mi desempeño es malo, mi aprobación disminuye, y mi percepción de mí mismo disminuye también». Cuando uno elogia a un niño, le está diciendo que es grandioso porque hizo tal cosa. No hay nada de malo con elogiar, pero mi punto es que las palabras de ánimo son dos veces más poderosas que los elogios. Cuando uno anima a un niño, lo está valorando, no tanto por lo que puede hacer, sino por quién es. Le está diciendo: «¡Tú puedes! ¡Gracias! ¡Estoy muy agradecido por ti!».
Anime hoy a alguien cercano a usted.
© Profundice al escuchar: ¿HA EXPLOTADO LA FAMILIA NUCLEAR? - Ex. 20:12 (Q1854)
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