mayo 6, 2025
Existen todo tipo de ídolos falsos, de los cuales debemos ser conscientes y cuidarnos. Por ejemplo, podríamos hacer un ídolo de nosotros mismos. Cuando hacemos eso, pasamos de la teología a la «yología». Adoramos a la criatura en lugar de al Creador. Cualquier objeto o persona a quien amemos más, le temamos más y le sirvamos más que a Dios es un ídolo.
Otros han hecho del dinero un dios. La razón por la cual algunas personas no quieren ir a la iglesia es porque dicen: «Lo único que quieren allí es mi dinero». Pero lo cierto es que ese tipo de actitud puede ser una señal de avaricia. Jesús dijo: «No podéis servir a Dios y al [dinero]» (Mateo 6:24). O Dios es Dios, o el dinero es dios. Y hay muchos adoradores del dinero.
También hay quienes adoran a la familia. Cometeríamos un terrible error si ponemos a nuestra familia por encima de nuestra relación con Jesús. Jesús dijo: «El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí» (Mateo 10:37). Lo mejor que podemos hacer por nuestra familia es no ponerlos en primer lugar. A mi esposa Joyce no le molesta tener el segundo lugar en mi corazón. La amo mucho más porque Dios ocupa el primer lugar en mi corazón y en mi vida. No convirtamos a nuestra familia en un dios.
Practique un hábito que le ayude a recordar que debe mantener a Dios en primer lugar en su corazón.
© Profundice al escuchar: APRENDIENDO A ADORAR EN FAMILIA - Ex. 20:4 (Q1852)
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