mayo 16, 2025
La Palabra de Dios dice: «No hurtarás» (Éxodo 20:15). ¿Sabía que robarle a Dios constituye el peor de los hurtos? Muchos le hemos robado a Dios. Quizás se pregunte: «¿Cómo es que le estoy robando a Dios?». Bueno, si le hemos entregado nuestra vida, le pertenecemos a Él. Somos de Él porque somos su creación; Él nos creó. Somos de Él gracias a su redención; Él murió por nosotros. Y cuando vivimos en nuestra vida solo para nosotros mismos, como si Jesucristo nunca hubiera vivido o muerto, nos convertimos en ladrones. Hemos tomado algo que le pertenece a Dios. Vivimos en la tierra de Dios, respiramos el aire de Dios, vivimos la vida que Dios nos ha dado, pero no invertimos nuestra vida en Dios.
¿Sabe por qué diezmamos? El diezmo es un símbolo de que todo le pertenece a Dios. No debemos creer que el diez por ciento de lo que tenemos le pertenece a Dios. Todo lo que tenemos le pertenece a Dios, porque el que es dueño de las ovejas es dueño de la lana. Cuando robamos, ya sea reteniendo el diezmo, haciendo un trabajo deshonesto, dejando de dar amor o no honrando a Dios como deberíamos, ¡al final de todo, nos estamos robando a nosotros mismos! Vale la pena servir a Jesús; vale la pena cada día y en cada paso del camino. Nos hemos defraudado a nosotros mismos. Irónicamente, cuando buscamos obtener algo, terminamos perdiendo.
Converse con otro cristiano sobre cómo podrían estarle robando a Dios y a ustedes mismos. Anímense unos a otros con formas prácticas de demostrar que le pertenecen a Dios.
© Profundice al escuchar: LA INTEGRIDAD: UN LEGADO FAMILIAR - Ex. 20:15 (Q1862) https://youtu.be/1w65UelnS_c&n...;
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