mayo 20, 2025
Cuando Dios dice: «No hablarás contra tu prójimo falso testimonio» (Éxodo 20:16), esto implica que, más bien, debemos dar un testimonio fiel. Jesucristo es llamado «el testigo fiel» (Apocalipsis 1:5), y debemos ser testigos de Él. Mi hogar y su hogar deben ser testigos del poder salvador del Señor y Redentor Jesucristo.
Cuando la Biblia dice que la iglesia primitiva llevó el evangelio por las casas (Hechos 5:42), no quiere decir que alguien fue de puerta en puerta. Significa que el evangelio va de la casa de los Pérez a la casa de los López, y de la casa de los López a la casa de los Rodríguez, y así sucesivamente. En otras palabras, una familia se convierte en testigo de otra familia. Nuestras familias deben dar testimonio de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
¿Le ha salvado Jesucristo? ¿Él ha cambiado su hogar? ¿Él es real para usted? Un testigo cuenta lo que ha visto y oído. Jesús no nos llamó para que seamos sus abogados. Un abogado argumenta un caso; un testigo simplemente comparte lo que ha visto y oído. Contemos a los demás lo que Jesucristo ha hecho por nosotros y cómo sabemos que Él lo ha hecho. No se trata de dar testimonio sobre lo que no conocemos, sino de aquello que sí conocemos. Los fracasos también son parte de nuestro testimonio; es importante contar cómo fallamos, cómo Dios nos perdonó y nos dio otra oportunidad. Nuestros vecinos están esperando escuchar el evangelio salvador de Jesucristo.
Sirva a un vecino hoy dando testimonio de lo que Cristo ha hecho en su vida.
© Profundice al escuchar: LA VERDAD O LAS CONSECUENCIAS - Ex. 20:16 (Q1863)
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