Aunque usted no crea que Jesús era el Hijo de Dios, hay muchas pruebas de que fue una persona real que caminó sobre la faz de la Tierra.
Primero, está la existencia del cristianismo mismo. Creer que el cristianismo surgió en torno a alguien que nunca existió sobrepasa los límites de la imaginación. No hay ninguna religión importante en la que su fundador nunca haya existido.
En segundo lugar, incluso fuera de la Biblia, existen numerosas referencias a Jesús que indican que era una persona real. En el siglo I, un historiador romano llamado Tácito escribió sobre el sufrimiento de Jesús bajo Poncio Pilato. El historiador judío Josefo menciona a Jesús en sus escritos del año 93 d.C., aproximadamente 60 años después de que Jesús fue crucificado por Pilato. Suetonio, que fue el secretario principal del emperador Adriano, escribió sobre un hombre llamado Cresto (o Cristo) que vivió durante el primer siglo.
Pero quizás lo más importante de todo es que hubo muchos testigos oculares de la vida, muerte y resurrección de Jesús. En los cuatro evangelios, encontramos muchas personas diferentes cuyas vidas fueron totalmente transformadas por Jesús. Fue crucificado públicamente delante de cientos de personas. Y cuando resucitó de entre los muertos, fue visto múltiples veces por diferentes grupos de personas, incluyendo un grupo grande de hasta 500 personas.
Entonces sí, existe una gran cantidad de evidencias de que Jesús fue real. Pero más allá de eso, hay pruebas significativas de que Él verdaderamente era el Hijo de Dios.