La Biblia nos dice que Jesús es el «unigénito Hijo de Dios» (Juan 3:18) y que Él era completamente humano y a la vez completamente divino. Jesús es el creador de todas las cosas. Él mismo no pudo ser creado porque todas las cosas fueron creadas por Él.
Como revela Colosenses 1:16: «En Él fue creado todo lo que hay en los cielos y en la tierra, todo lo visible y lo invisible; tronos, poderes, principados, o autoridades, todo fue creado por medio de Él y para Él».
Según este versículo, fue Jesús, la Segunda Persona de la Trinidad, quien actuó durante la Creación. Tanto las cosas del Cielo como las de la Tierra, todo fue hecho por Jesús y para Jesús.
Jesús es la imagen misma de Dios: «imagen» significa la representación exacta y la semejanza de Dios. En ocasiones, cuando nos toman una foto, nos lamentamos: «Oh, no es una buena foto mía...». Pero Dios dice que Jesús es la imagen misma de Él (Colosenses 1:15). Cuando miramos a Jesús, estamos viendo cómo es Dios.
La Biblia dice que Jesús es la única persona que ha vivido una vida perfecta y sin pecado (Hebreos 2:14). Cuando murió en la cruz, Dios lo castigó por todos nuestros pecados para que nosotros pudiéramos ser perdonados y tener la justicia sin pecado de Jesús.
Después de pagar por nuestros pecados, Jesús estuvo tres días en la tumba. Luego resucitó de entre los muertos, demostrando que había vencido tanto al pecado como a la muerte, que es la pena o el castigo por el pecado.
Ahora Jesús reina desde el Cielo. Algún día regresará a la Tierra para juzgar a los vivos y a los muertos, destruir el pecado y a Satanás, y hacer nuevas todas las cosas.
Si desea conocer a Dios y recibir el regalo gratuito de la salvación y el perdón, simplemente ponga su fe en Jesucristo. Pídale que le perdone sus pecados y que le dé nueva vida. Él lo hará.