¡Comenzar una relación con Dios es fácil! Usted no tiene que trabajar para conseguirlo. De hecho, gracias a que Él pagó el precio máximo por la relación, usted no puede ganarla ni comprarla.
Él lo llama, atrayéndolo hacia Sí mismo
Así es cómo funciona una relación con Dios. Primero, Él lo atrae. En Juan 6:44a, Jesús afirma: «Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere». Cualquier deseo que tenga de buscar al Señor proviene de Dios mismo. Por su cuenta, debido a su naturaleza pecaminosa heredada, usted nunca lo buscaría. «No hay quien entienda; no hay quien busque a Dios» (Romanos 3:11). Considere a la mujer en el pozo en Juan 4. Ella, como toda persona, era una pecadora. No estaba buscando a Dios. Solo fue por agua. Porque Dios deseaba llegar a ella y a su ciudad, llevó a su Hijo al pozo en el momento justo para entablar una conversación con ella y atraerla hacia Él.
Usted responde, alejándose del pecado y volviéndose hacia Él.
Una vez que usted se reconoce como un pecador que necesita un Salvador, simplemente acepta el regalo gratuito de la salvación que Dios ofrece, el cual Jesús pagó en la cruz. Efesios 2:8-9 dice: «Ciertamente la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe. Ésta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios; ni es resultado de las obras, para que nadie se vanaglorie». Cuando admitimos ante Dios que somos pecadores, entendemos que no podemos salvarnos a nosotros mismos y reconocemos que Jesús murió para pagar la pena por nuestros pecados y resucitó al tercer día, recibimos su salvación. «En primer lugar, les he enseñado lo mismo que yo recibí: Que, conforme a las Escrituras, Cristo murió por nuestros pecados; que también, conforme a las Escrituras, fue sepultado y resucitó al tercer día» (1 Corintios 15:3-4). «Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo» (Romanos 10:9).
¿Cómo puede tener una relación con Dios? Simplemente ore con fe y pídale que lo perdone por sus pecados y que lo salve, y Él lo hará. Luego agradézcalo por salvarlo.